Formoso destaca la mejora de la movilidad y la atención al rural como claves para “superar a Galicia de las dos velocidades”
Envejecimiento, vivienda y dependencia del coche, entre los grandes desafíos de las áreas metropolitanas gallegas, según el Atlas Urbano de la Sostenibilidad
"Los datos evidencian que la provincia de A Coruña sigue siendo el motor económico de Galicia, con una fuerte implantación de los sectores estratégicos y con la mayor capacidad productiva del país", afirma el presidente de la Diputación

El envejecimiento de la población, las dificultades de acceso a la vivienda y la elevada dependencia del coche privado son los principales retos que deben afrontar las áreas urbanas gallegas, según recoge la tercera edición del Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia, elaborado por Economía Digital Galicia.
Durante la presentación del estudio, celebrada en la sede de la Fundación Paideia en A Coruña, el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, destacó la importancia de contar con herramientas de análisis como esta para planificar políticas públicas eficaces: "Hay que afrontar los retos del futuro, pero antes es necesario identificarlos. Para eso, estudios como este Atlas Urbano son imprescindibles", afirmó
Formoso puso el foco en dos ejes prioritarios: la movilidad sostenible y la atención a la realidad del rural. "Si queremos romper con la Galicia de las dos velocidades, debemos apostar por modelos de movilidad más integrados y eficaces y avanzar en la cohesión territorial, conectando mejor el rural con las ciudades", señaló. El presidente provincial también valoró los datos económicos que refleja el informe: "Los datos evidencian que la provincia de A Coruña sigue siendo el motor económico de Galicia, con una fuerte implantación de los sectores estratégicos y con la mayor capacidad productiva del país"
Coordinado por el sociólogo y profesor de la Universidade da Coruña Xosé Gabriel Vázquez, el estudio destaca que Galicia cuenta con un sistema urbano singular en el contexto ibérico, estructurado alrededor de un conjunto de ciudades medias con funciones complementarias. Este modelo, frente al centralismo de otras regiones como Cataluña o Euskadi, proporciona una mayor resiliencia estructural, reparte mejor las oportunidades de desarrollo y favorece la cooperación entre áreas urbanas
El informe identifica retos importantes en el conjunto de las ciudades gallegas. El envejecimiento de la población es una constante, con estructuras demográficas cada vez más dependientes de la inmigración para mantenerse. La vivienda se ha convertido en un factor de exclusión en ciudades como Vigo, A Coruña o Santiago, con un mercado muy tensionado, mientras que otras cómo Ferrol, Lugo u Ourense presentan mayor accesibilidad pero con vivienda más degradada.
La movilidad sigue fuertemente condicionada por la dependencia del coche privado, derivada de un modelo fragmentado y sin redes intermodales consolidadas, con poca infraestructura para alternativas como la bicicleta o el transporte público eficaz.
Persisten también desigualdades en empleo y actividad económica, con un predominio de pequeñas empresas y tasas de población activa (63,8%) por debajo de la media de la UE (75%). La brecha tecnológica es evidente, con fuertes concentraciones en Vigo, que destaca por sus iniciativas tecnológicas, y en A Coruña, con presencia de empresas gacela, mientras que Lugo y Santiago emergen cómo por los incipientes.
La falta de cohesión territorial es otra constante, especialmente visible en la división entre el eje atlántico, dinámico y bien conectado, y las áreas interiores, Lugo y Ourense, más aisladas y con menor tracción económica. Ninguna de las áreas urbanas gallegas alcanza aún los estándares europeos en materia de contaminación, movilidad o adaptación climática. En el campo turístico, se detecta también una dinámica a dos velocidades, con una concentración en los municipios costeros, estadías cortas y escasa distribución del flujo hacia el interior
Según el Atlas, más del 55% de la población gallega vive en las siete ciudades principales y en sus áreas de influencia inmediata, el que permite calificar Galicia como una región predominantemente urbana. Con todo, el análisis constata una Galicia urbana a dos velocidades, con realidades muy diferentes entre el eje atlántico y las urbes del interior
La medición global de los principales indicadores de sostenibilidad posiciona Santiago de Compostela como la ciudad con mejores resultados (65,3 puntos sobre 100), seguida de A Coruña (59,5) y Vigo (56,7), Lugo (46,2), Pontevedra (40,9), Ferrol (32,2) y Ourense (31). Esta clasificación refleja las asimetrías estructurales que Galicia debe afrontar en los próximos años para garantizar un desarrollo urbano sostenible e inclusivo.