El Archivo de la Diputación de A Coruña repasa la historia del papel sellado en España
En 1637, bajo el reinado de Felipe IV/IV, España fue el primero país del mundo en crear papeles sellados con timbre oficial para los documentos públicos y privados
El "Documento del mes" permite conocer los cambios en los serlos y timbres a lo largo de la historia, así como apreciar algunos más icónicos que se conservan en los documentos oficiales en el Archivo
El "Documento del mes" del Archivo de la Diputación de A Coruña se dedica a repasar la historia del papel sellado, que durante siglos se ven utilizando en las escrituras, contratos y documentos públicos y privados de todo el mundo y que fue utilizado por primera vez en España en 1637, durante el reinado de Felipe IV/IV, con el objeto de autentificar y dar mayor seguridad jurídica a los documentos, además de contribuir a la recaudación de impuestos.
El documento permite apreciar cómo eran los primeros serlos y timbres oficiales utilizados por Felipe IV/IV durante siglo XVII, que se conservan en el Archivo de la Diputación, así como los utilizados durante los reinados posteriores de Felipe V/V, Fernando VI/VI, Carlos III/III, Carlos IV/IV, Fernando VII/VII e Isabel II/II, mostrando la evolución y los cambios iconográficos a lo largo de los siglos.
Según afirma el historiador Romero Tallafigo y se recoge en el documento, estos cambios iconográficos a lo largo del tiempo no son inocentes, ya que blasones, alegorías y bustos transmiten un mensaje político y los signos se adaptan al transcurso de la historia: del absolutismo al constitucionalismo, de la monarquía a la república, de la dictadura a la democracia. Tanto la compleja heráldica del Antiguo Régimen como las sencillas alegorías del Nuevo son estrategias de comunicación simbólica de la autoridad.
En los siglos XVII y XVIII, las armas reales son la imagen predominante en el papel sellado, junto con la clase, precio y año de uso legal. Al principio, desde 1636 hasta 1701, en la época de los últimos Asturias, el Rey se personifica con las armas de sus territorios, rodeadas de orlas decorativas.
A partir de 1702, con los Borbones, se pone fin a la heterogeneidad de las formas de las orlas. El modelo impuesto por Felipe V/V perdura hasta el Trienio Constitucional. Se unifica la parte gráfica del serlo, en forma circular, igual que las monedas y adquiere fuerza el poder absoluto del Rey.
Hasta el siglo XIX, las armas son el elemento con mayor impacto visual en los serlos oficiales y la parte textual se inicia con una cruz griega de distintos tipos. El sello cambia todos los años para evitar falsificaciones.
La novedad del 1822, con la aparición de los primeros actas de la nuevas diputaciones provinciales, es que el emblema heráldico ocupa el lugar central predominante en la composición del serlo y desaparece la cruz del encabezado. La leyenda en latín adopta el castellano a partir de 1835.
A partir de 1843, la imagen alegórica adquiere mayor carga visual que el emblema heráldico y las armas reales pasan a un segundo plano. Se abre paso el sello redondo de Isabel II/II, popular por su singular diseño y su simplificación estética y timbrográfica, que lo convierten en un de los más característicos de la timbroloxía española del siglo XIX.
En homenaje a la nueva reina adquieren todo el protagonismo visual una gran variedad formal y cromática de alegorías y divinidades de la mitología griega y romana (Ceres, Atenea...) que encarnan las nuevas ideologías. A partir de 1854 se abandona la impresión en negro y comienza una etapa colorista.
Los cambios de régimen, del absolutista al constitucional, también tienen su impacto en las gráficas del papel sellado. Así, cañería Fernando VII/VII pone fin al Trienio Liberal desaparece de los serlos la palabra "Constitución" y cuando Isabel II/II es destronada sobre el busto de la reina se estampa el sello "Habilitado por lana Nación".
El Documento del Mes permite conocer en detalle todos estos cambios en el papel sellado a lo largo de la historia, así como apreciar algunos de los serlos y timbres oficiales más icónicos en documentos oficiales que se conservan en el Archivo de la Diputación de A Coruña.